SUEÑOS OSCUROS
CARLOS SALVATIERRA
“La pluma encendida, es la luz de las palabras”
EL SILENCIO BULLE EN LA SONRISA SARCASTICA DEL DIA
El silencio bulle en la sonrisa sarcástica del día.
Cada media hora, una mariposa se amamanta
en el cáliz de la luz
y entre manojos temblorosos, la osadía fue un caos
para la piel del medio día.
Asombro en los ojos extraviados del transeúnte.
Murmullos oscuros lamentan sueños apocalípticos.
Y nada te alumbra, el hilo de luz donde colgas tu voz,
voló buscando la guarida del canto sin memoria.
Ahora vienes abrazando cada sombra
con tu paso adolorido, sin huella,
sin una forma, sin nada,
pero te sostiene el aliento clandestino del labio,
incesante al rumor de la palabra,
estación labriega del amor que se hereda
en el abrazo íntimo de lo más humano.
II
Abres la puerta en medio de los ojos de la mariposa,
la atrapas entre tus manos amanecidas
y presionas tu seño contra la luz recién llegada.
Es el nuevo día que te despierta,
en las afueras está la calle, vacía, como la esperanza
que aún no abre su horizonte.
Tus ojos buscan la mirada fresca de la mariposa,
una llama se anuncia entre el interrogante del silencio,
tan calcinante como la ira de tu vaso olvidado sobre la mesa.
III
Llanto desierto en donde se despierta la verde mañana,
el paso apasionado de la memoria
donde aún duerme tu epitafio incierto,
o el azar puro reuniéndose al lado de una flor,
que se deshoja en el giro infortunio hasta desgastarse.
Sales a la calle, buscas la huella ida en el ayer,
es arcilla detenida en su memoria de abismos oscuros
y te sientes inminentemente vacío,
transfigurado ante tanta espera inalcanzable.
LA MAÑANA ENSIMISMA
La mañana enarboló su copa de luz
Y una flor de azules memorias
se fue transfigurando.
Las auroras crecieron
en medio de los incendios que son sed.
Y la sed es fuego reunido
en las manos afloradas por la memoria ya ida.
En ella se anuncia la luminosidad temblorosa
de la rosa, llenándola de azares lentísimos
y confundidos ante tanto disturbio.
Es lienzo de vastedades policromas,
una memoria llena de cosas que se transfiguran
ante el llanto y su luz equinoccial.
Tránsito de polvo convocado hacia la flor
y su vela ardida entre inventarios interminables.
En ella crecen nuevas caracolas
y en su biorritmo nace el plancton solar
de las cosas calcinadas.
Estela de luz donde arden los equinoccios.
Y la voz y el llanto son como campanas
armoniosamente calladas.
Solo queda la mirada firme que le sostiene,
altiva desde su torre inalcanzable,
vastedad blanca de nieblas que sangran
en su mar apocalíptico.
started 1 MAY 2010 email : info@ila-magazine.com
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