Poemas
Juan Francisco Santana Domínguez
Hay hechos que hacen que la tristeza me abrace y me posea, sintiendo que casi todo en oscuro se convierte. Esa tristeza vestida de negro es la que, por muchos lugares, se pasea sin que nadie pueda impedir, de momento, su paso firme y decidido. Invité a la esperanza a que se acercara pero declinó mi invitación, no sin antes despedirse con un beso.
Aquella roja barcaza, a la deriva,
hizo que mi mirada la siguiera
perdiéndose entre sargazos
que en mis dedos se enredaban
al mejer las aguas violentadas.
Las luces que me alumbran
cuando todo está oscuro
no sé quien las enciende,
siempre de madrugada,
esperando, de mis manos,
una caricia que del ánimo
tire, con fuerza, nuevamente.
La ola que se llevó a los rizos
mojados por la brisa llorosa
me dejó repleto de congoja
por la vileza cruelmente utilizada.
Cuando los melados lagartos
que perdieron sus guaridas
decidieron cambiar sus pieles
el sol ya nunca volvió a ponerse
sobre las piedras tan vilmente vejadas.
Zenobia lloraba desolada,
junto a pobres pegujaleros,`
al ver sus murallas violentadas
y a las esquirlas incrustarse en su mirada.
Las cadenas de oro, una vez más,
fueron arrastradas por las calles
quedando la audiencia enmudecida.
Fue entonces cuando,
de manera inesperada,
decidí subir a la montaña
buscando a mi llanto,
que allí afectado se encontraba.
No recuerdo ver secuestrada a la esperanza
pero sí caminar de su mano, embelesado,
buscando los sueños que se fueron con Palmira
a disfrutar del color de la alborada.
* * *
Las pesadillas, en unas ocasiones, las menos, y los sueños más placenteros, en otras, son, al menos, para mí, inexplicables en la mayoría de las ocasiones pero…¿qué significado puede tener cuando a la mente te viene un sueño, al despertar, sin haberlo tenido?
Atravesé anoche un finítimo invernadero
en el que crecían rosas y jazmines
con coloramientos nunca antes vistos;
mi vista se alegraba y sorprendía
pero, ipso facto, todas las flores se secaron,
yaciendo sin vida sobre un espanto.
Justo al lado pululaban, protegidos del frío,
miles de globos de múltiples colores
que estallaban, sin desearlo, a mi paso.
Entonces me despertaba, sudoroso,
por los ruidos que musicaban el caos.
Me era imposible dejar de pisarlos
pues absolutamente todo lo ocupaban.
¡Qué mal me sentí al verlos pisados!
De repente me sentí enrodado,
esparcido por las aves carroñeras
por todos los lugares visitados
en todos estos años, ¡ya muchos!,
y desde lo alto pude ver, atónito,
como aquellos, otrora, globos de colores
sólo eran trizas blancas y negras
que nadie osaba pisar, ni tocar siquiera.
¿qué significado tendrá la pesadilla
que tanto colpa mi mirada?
* * *
Cualquier circunstancia, vivencia, mirada, encuentro u objeto puede desencadenar un flirteo con la creatividad, un ponerse a dialogar con ella, y como consecuencia un desenlace que, en principio, era inimaginable.
Bajó la hoja de parra,
al cambiar su glauco abrigo,
¡de Nicanor Parra no era!,
la que seca cayó al suelo,
planeando, planeando…
hasta lograr posarse
en tan fugaz mortaja,
en tan fútil necrópolis,
hasta que el viento, insensible,
la brisa o quizá la escoba
se la lleven, sin dudar, al lugar
en el que, lentamente,
entre restos putrefactos,
se descomponga, se deshaga
en miles de vitales abonos…
esparciéndose, entonces,
sirviendo de alimento
a raíces, a tallos, a cortezas
o quizá a otras hojas de parra
que ocultan el desnudo de la uva.
Al pisarla, esta mañana, recordé
el sonido que otrora disfruté
cuando, perdido, me encontré
en un vergel, plagado de parrales,
al que llamaban el encuentro…
en él, ¿recuerdas?, nos besamos
bajo el frescor mañanero
de las moradas trenzadas.
* * *
Los deseos de que los sueños, o los proyectos de vida, parcialmente rotos, vuelvan a ser una realidad, en la mayoría de las ocasiones, por no decir en todas, son, en general, un objetivo quimérico. En este poema, de acentuado surrealismo, se intenta afrontar este tipo de situaciones, esas en las que una vuelta atrás, aunque lo pidas como lo pidas, es, casi con total seguridad, un imposible.
Bajo mis pisadas me vi pisado
la noche en la que te recordé,
aquella en la que andaba a oscuras
buscando, en el pegajoso barreal,
esa mirada, que a mí me enamora,
y que sentí que volaba lejos,
hacia unas celdas cerradas,
a cal y canto, en la que tu voz,
mezclada con el mortecino sonar
de unas mudas calabazas secas,
permanecía secuestrada,
pateada por sucios villanos
que te arrancaban tu sino,
sin miramientos, con violencia.
Todo se torno corinto amoratado
y mis sueños se extraviaron
sin encontrar, de nuevo, la salida
de un orco que me tendrá, a sus pies,
hasta la postrera morada, sin rendirme,
pero seguiré, casi irremediablemente,
cual celante y desnudo ficante,
buscando, como loco, a tu figura.
¡Vete Luna Llena! a morar a otros lares.
¡No me llenes de nostalgia!
¡Lléname de cadenas, si quieres!
Me entrego a tu designio, espinado,
si así logro besar la tierna mirada
que en mis labios se encuentra, ¡fija!,
la que no deja de mirarme
ni tan siquiera un instante.
* * *
Coherencia.
En el barrancal te vi, por momentos, extraviada, mientras yo escuchaba la llamada del azul que me embriagaba, entre la espesa maleza que poblaba su cauce, cuando yo por allí observaba el filtrante horizonte buscando las respuestas que apoyaran mi meditada postura, que creí tan llena de razones por ser, simplemente, tan humana, a pesar de que muchos no entendieran lo que, en aquel entonces, defendía. Yo claro lo tenía (y lo sigo teniendo), a pesar de las presiones: ¡en primer lugar el ser humano!
Una clara noluntad se reflejó en mi cara, desechando el postrante servilismo y el castrador baboseo de la chusma, verseando lo que sólo me guiaba por principios que creí razonables, abandonando a la masa que seguía, ciega, los oscuros mensajes de la dictadura, su marrullería, escondida en sacos vanidosos y tras hemiciclos que ocultaban la mentira. Tu nolición mostraste, a los que te pedían que tu opinión cediera, totalmente convencida, manteniéndote firme en tu postura a pesar de las presiones recibidas. Tú, admirada Coherencia, aferrada fuertemente a tus principios, muy firme te desnudabas, dispuesta a recibir los improperios de aquellos que aplicaban la injusticia, siempre orgullosa de defender lo que creías…convencido que debo secundar tus pasos, sigo y seguiré, por siempre, de manos de Vesta y filosofando sobre el poder del océano que me rodea, fiel a tu lado cada día.
* * *
La envidia es un contravalor que daña, o al menos ese es su objetivo, al ser al que va dirigida pero sobre todo hacia el que la pone en práctica, haciendo que nunca sea feliz porque tras un pírrico y triste triunfo, haciendo el daño que pretendía, vendrá la necesidad de seguir haciendo el mal para esconder sus propios fracasos que, en realidad, son el desencadenante de su triste proceder. El envidioso es un gran fracasado que intenta ver reflejados sus fracasos en los otros.
Escondida, bajo tierra,
nalguea la envidia,
totalmente embarrada,
retozando con Némesis,
escondida tras empalizadas
corroídas por su ácido proceder,
arrastrándose sobre vómitos
regados junto a columnas
que tiemblan de miedo.
Es su lengua viperina
una mezcla de bazofias
que lloran sus penas
y que atacan, cual fieras,
a todo el que, con esfuerzo,
se mueva sobre trapecios
sin redes, deseando que,
en picado, caiga al duro suelo
aquel que logra volar
con alas de luciérnagas.
Orate amargada
de escarchada mirada
que fatua muestras
tu cara más cruel
intentando ocultar
tus insanos deseos
tras trágicas máscaras
que danzan a oscuras,
como posesas invertidas,
amando a tus sombras.
………………….
Juan Francisco Santana Domínguez es escritor, poeta, conferenciante, pregonero, profesor-tutor en la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Las Palmas de Gran Canaria (UNED). Imparte Antropología Social, Antropología Filosófica, en el Grado de Filosofía. Historia Moderna en el Grado de Antropología, Historia Contemporánea en el grado de Filosofía y pertenece al Grupo Poético “Palabra y Verso”.
Entre otros, es Doctor en Historia (Sobresaliente Cum Laude por Unanimidad) con una Tesis Doctoral, leída en Madrid en el curso 1999-2000, sobre el Municipio de San Lorenzo de Tamaraceite, que luego fue publicada en Madrid por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Además ha publicado, entre otros, los siguientes libros: Jinámar y su entorno. Cuadernillo publicado por el Ayuntamiento de Telde. 1995; “Historia del Municipio de San Lorenzo de Tamaraceite: Recuperando la memoria histórica”; “Los Alcaldes del Municipio de San Lorenzo de Tamaraceite. Pueblos, pagos, barrios y otros aspectos”; “Notas sobre el municipio San Lorenzo de Tamaraceite: un ejemplo de injusticia histórica”; “Pino Ojeda: Pintora y poeta"; los poemarios "Me recuerdo alzado y otros 100 poemas" publicado en Madrid por Éride Ediciones; "Los sueños de la conciencia", publicado en Canarias, por los Ayuntamientos de Arucas y de Firgas y el Grupo La Vinca Ecologistas en Acción; “Prosapoeticando. Departiendo con mi sombra”, publicado en Madrid por Éride Ediciones.
Es profesor e investigador y tiene las licenciaturas de Geografía e Historia, de Antropología y Diplomado en Magisterio, entre otras. Colabora, entre otros, con la revista digital argentina de Experiencias y Arte “Que responda el viento”.
Como conferenciante ha dado cientos de conferencias sobre temas de educación, historia, memoria histórica, antropología, fútbol (deporte del que es Entrenador Nacional) y poesía. Presentador y miembro fundador del proyecto cultural de trabajo radiofónico “Poesía Viva de la Atlántida. Colaborador en libros de otros autores con trabajos de temas variados y prologuista de varios libros. Cronista Oficial del Municipio de San Lorenzo de Tamaraceite y luchador en pro de su recuperación y desanexión del municipio de Las Palmas. Protagonista en la película-documental, dirigida por Ado Santana y estrenada en Las Palmas de Gran Canaria en 2016, “Alzados: Historia del Nacionalismo e Independentismo en Canarias” en la que además de exponer sus tesis en pro de la independencia de Canarias, recita el poema que da título al poemario “Me recuerdo alzado y otros 100 poemas”. Participa en el documental “Déjame ser”, del director Tarek Ode, de repercusión internacional, estrenado en 2015, donde se nos ofrece la visión de cinco creadoras canarias, en el caso de Juan Francisco, hablando de la pintora y poeta Pino Ojeda. En Promoción Educativa del Gobierno de Canarias desarrolló varios cargos relacionados con la coordinación provincial de programas educativos, así como representante, desde octubre de 2004 a junio de 2006, en la Subcomisión Intersectorial del Voluntariado de Canarias. Socio de Honor de la emblemática Escuela Luján Pérez de Las Palmas de Gran Canaria, nombramiento otorgado el 17 de diciembre de 2013 y directivo de la misma Escuela Luján Pérez desde fines del citado año.
started 1 MAY 2010 email : info@ila-magazine.com
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